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Te has puesto a pensar que en la mayoría de las ocasiones pasamos de largo por donde vamos y no nos detenemos un momento a observar lo que nos ofrece el camino, tal vez la rutina del día a día nos abstrae y muchas veces solo cuando viajamos es que nos permitimos detenernos y contemplar lo que el mundo nos ofrece, cualquier destino es bueno para salir de nuestro enfrascamiento.
Hoy los invito a conocer el Monasterio de Santa Catalina de Siena en Arequipa, una ciudadela detenida en el tiempo, ingresemos juntos a este monasterio de monjas de clausura.
Pero dónde se ubica el Convento de Santa Catalina?
En una ocasión anterior les presente Arequipa, una ciudad al sur del Perú, muy acogedora, a 02 horas en avión desde la ciudad de Lima, con 1,300 000 habitantes aproximadamente, con una altitud de 2328 msnm, con un clima excepcional, 300 días de sol al año, con temperaturas que no suelen elevarse más de 25º centígrados y rara vez disminuyen por debajo de los 08º centígrados, pero el clima es seco lo que ayuda a disminuir la sensación de frío en los meses de invierno; es en el corazón de esta ciudad, a solo una cuadra de la Plaza de Armas que se ubica el Convento de Santa Catalina, una joya de la arquitectura colonial Latinoamericana, en perfecto estado de conservación, tal vez el hecho de que el monasterio fuera de clausura contribuyo en ello.
Es fines de junio y en el hemisferio sur es invierno, afortunadamente Arequipa tiene un clima gentil, son las 11:30 a.m. y Gabriel y yo acabamos de ingresar a este recinto de más de cuatrocientos años, abierto al público desde el 15 de agosto de 1970.
Historia
En el año de 1579, a menos de 40 años de la llegada de los españoles a estas tierras se funda el Convento de Santa Catalina, María de Guzmán quien sería la fundadora y primera priora del monasterio.
Los continuos terremotos que afectaron a Arequipa desde 1582, destruyeron las primitivas construcciones de las monjas catalinas. Esta fue la causa y origen de la ciudadela existente en el Monasterio de Santa Catalina de Siena de Arequipa. Los familiares de las religiosas optaron por hacer construir celdas privadas para éstas, toda vez que el dormitorio común estaba dañado o era muy pequeño para el número cada día creciente de religiosas. Santa Catalina aún alberga monjas de clausura, las ocupan el sector moderno del monasterio, esta zona es reservada.
Arquitectura
El convento es una ciudadela de 20 000 metros cuadrados donde se preservan diseños y formas arquitectónicas que constituyen una excelente muestra del mestizaje de elementos españoles y nativos, visitar Santa Catalina es además conocer los usos y costumbres de la Arequipa colonial.
Su estilo arquitectónico se basa en la influencia española, a su vez influenciada por la arquitectura árabe, pero hecho con manos indígenas. Por ello, a diferencia de otras construcciones públicas coloniales, en Santa Catalina podemos encontrar la fusión de elementos españoles e indígenas, formándose algo original.
La ciudadela está rodeada de gruesos muros de sillar que es el principal material de su construcción, el sillar es una piedra de origen volcánico con la que se edificó los monumentos coloniales arequipeños, la misma que le dio a la ciudad el sello de originalidad tan propio y peculiar.
El Monasterio de Santa Catalina
-Patio del Silencio
Patio del Silencio, al ingresar se recorre un pequeño pasadizo que lleva al primer patio, es el patio del “Silencio” donde las monjas se reunían a rezar el Santo Rosario y a leer la Biblia.
A partir de allí empieza el recorrido de largas y estrechas calles, plazoletas, casas , lavandería, incluso en el monasterio existe un cementerio donde después de su muerte eran enterrados los restos de las religiosas, existía también un hospital ahora convertido en una sala donde se pueden apreciar cuadros de pintores de la época; los colores que predominan son el naranja ocre, rojo ocre y azul añil.
Patio de los Naranjos
Patio de los Naranjos, lleva ese nombre por los árboles que lo rodean, este claustro es de color azul. En este claustro se representa la Pasión de Cristo el Viernes Santo. Claustro Mayor, es el más grande, el color predominante es el naranja ocre.
Alrededor se ubican pinturas destinadas a la preparación, enseñanza y catequización de religiosas,
Alrededor se ubican pinturas destinadas a la preparación, enseñanza y catequización de las religiosas. El Monasterio està dividido en calles, por ejemplo:
-Calle Toledo
-Calle Sevilla
-Calle Còrdova
-Plaza Zocodover
En esta plaza o mercado las religiosas intercambiaban productos como dulces, panes y hortalizas.
-La Lavanderia
La Lavanderia, construida a finales del siglo XIII, Se utilizaban grandes tinajas partidas en dos, estas tinajas de barro antes habían sido utilizadas para guardar vino, las más grandes y las tinajas más pequeñas para guardar chicha.
La tranquilidad de la lavandería nos invita a descansar, hay bancas dispuestas en este sector para tal fin.
El convento cuenta también con un mirador. Al fondo se puede apreciar la cordillera de Los Andes.
-Las viviendas
A lo largo de los siglos XVII y XVIII muchas monjas de familias pudientes ingresaban al convento, pagando importantes sumas y construyendo sus propias celdas y las de sus sirvientes y esclavos. Algunas veces niñas ingresaban al convento sólo por algunos años, pues era símbolo de estatus entre las familias ser educado en un convento o monasterio.
Generalmente cada vivienda, incluye una habitación amplia, morada de la monja, una tarima de rustica madera, muebles y utensilios admitidos según el reglamento.
Los muebles y enseres los proporcionaba la familia de la religiosa según su condición económica.
Una de las viviendas más visitadas es la de la beata Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, que vivió en el Monasterio en el siglo XVI, ella ingreso al convento a los tres años de edad, al cumplir catorce años de edad sus padres la sacaron del Convento pues habían concertado un matrimonio para ella. Sor Ana de los Ángeles escapó de casa de sus padres y regreso al Convento.
Su beatificación se realizó en el año de 1985 por el Papa Juan Pablo II, quien visitaba la ciudad, tras comprobarse una milagrosa curación de una devota suya que sufría de cáncer uterino terminal.
En las cocinas de las viviendas no podía faltar un horno.
La cocina estaba provista de diversos utensilios.
Algunas de las religiosas contaban con vajilla muy fina, traida desde Europa.
Las viviendas también contaban con un pequeño patio
Algo que particularmente me encanto de las viviendas fueron las ventanas.
Dentro del monasterio hay una tienda de souvenirs
En la tienda puedes encontrar diversos objetos que serán un buen recuerdo de tu visita. Por ejemplo Gabriel comprò una ocarina
No podemos irnos sin pasar por la cafetería para probar alguno de los dulces elaborados por las monjas que aún habitan el convento. Así termina nuestro recorrido, no sin antes darles datos indispensables para su visita a Santa
Catalina
Horarios
Puedes visitar Santa Catalina todos los días del año, excepto en Navidad, Año Nuevo y Viernes Santo en los siguientes horarios:
Lunes a domingo de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Martes y miércoles de 9:00 a.m. a 8:00 p.m.
Considero que el recorrido te llevará como mínimo 02 horas , como puede tomarte toda la mañana.
El costo de ingreso es de S/ 40.00 (Cuarenta soles) equivalentes a € 10.00 (diez 00/100 euros), al ingresar puedes contratar el servicio de guías el costo es de S/ 5.00 (Cinco 00/100 soles) equivalentes a € 1.27 (Uno 27/100 euros)